Bienvenidos a Bordo

Ante el vacío nosotros tomamos los riesgos, padecemos implacable el placer para sufrir o reír, con suerte ambas. Somos quienes pretenden el peligro domar y la belleza emancipar del devenir. Aquí estamos, somos los amantes y hacemos el amor posible.

Soy tu raptor, nada te faltará

El raptor es mi pastor, nada me faltará. En lugares delicados, besos me hará descansar.

7 comentarios:

Republique Amoureuse dijo...

(Madrugada de desastres)
Y baré de desastres; se me antoja un beso de raptor. Mire esos huesos...mmm...

¿en lugares delicados? ¿cómo es eso? Espero explicación (y a que se vaya el insomnio)

Se duerme la tripulación, debió elegir a más linyeras para que esto tuviera la gracia de un navío gitano.

Suya,
Lo.

Víctor Frankenstein III dijo...

Genial, Ray! La condensación de imágenes, de situaciones y casi como un deseo. Me agrada.

Y es que le colocaras en cada momento un intrigante pie de foto. Excelente, colega!

Buena madrugada a la tripulación!

· Almirante · dijo...

Amigos, he fabricado el devenir del Salmo No. 23, sagrado para los cristianos, su verso capital. Lo he acomodado para nuestra perfidia romántica, espero lo disfruten y hagan himno, es bastante unisex:

Salmo No. 23

El Raptor es mi predador; nada me faltará.
En lugares de delicados besos me hará descansar;
mis aguas sin peligro nadará.
Confundirá mi alma; me guiará por sendas 
de placer enfermizo por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de hormonas y muerte,
no temeré mal alguno, el Raptor estará conmigo;
 su vara y huesos me robarán aliento.
Aderezas sexos delante de mí en presencia
de mis aduladores; unges mi pecho con
aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el mal y la inmisericordia me
seguirán todos los días de mi vida y en la
casa del Raptor moraré por largos días.

· Almirante · dijo...

Carlo: los lugares delicados, donde la metrópoli de nervios conocen su centro y su talón. Donde nacen los suspiros y triconderoga conoce su oficio. Un beso.

Republique Amoureuse dijo...

Uff! Almirante ese último comentario me provocó un delicado retorcimiento. Qué feliz amanecer.

MMMM...MMMM... Sí, ahí mismo, en el centro donde se instaura la Capital de una República complicada y llena de accidentes.

Gracias por su pagano roce. Que alivio que ya no queman vivos a los blasfemos.

Suya,
Lo.

Miréia Anieva dijo...

Más podemos quemarnos vivos de paganos, de libertinos, de insomnes.
Sería un placer.

Anónimo dijo...

sii paganos!..jaja..

pero aqui es donde algunas deberían de decir...

"ráptame"

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