Bienvenidos a Bordo

Ante el vacío nosotros tomamos los riesgos, padecemos implacable el placer para sufrir o reír, con suerte ambas. Somos quienes pretenden el peligro domar y la belleza emancipar del devenir. Aquí estamos, somos los amantes y hacemos el amor posible.

Yazco sin amante


De tu silueta son adorno estas noches,
¿la amargura del amor, ha dejado de obsesionarte?
Ven a mí: compártete.
-Mi corazón permanece saudoso-


Me mantengo cerca tuyo, esperando a que actúes;
canta para mí,
que me encuentro aburrida.
Me aburres, me aburres, eres aburrido.
Me provocas querer dejarte.


Éstas noches me apresan, mi refugio es el amor.
Me encuentro deshabitada.
Éstas frías noches...
Soy tu embrujo de lujuria: yazco sin amante.


Las noches en días se tornan,
aturdida:
deseo que te encuentres a la vuelta de otro corazón.
Sé que te vives bien
Que aún habitas el planeta.
¿Te apetece amarme?
¡Te amaría por mil y una noches!


Amor, dulcísimo amuleto...sé que veremos el modo
de volvernos una flama.
Tu mano me acaricia
sobre fronteras y lugares recónditos
¿Te fugarías conmigo?


Me encuentro sola.
Imagino que candencioso te mueves,
pensando en mí.
Quisiera rodearte en tu propio abrazo, en tu carácter insólito.


Las noches se tornan en días,
A veces te siento a un corazón de distancia.
Siento que te has encontrado.
Que deseas amarme.
¡Yo te amaría mil y una noches!


Amor, dulcísimo amuleto...se que encontraremos la manera
de volvernos una sola flama
Tus manos me acarician
buscando lugares recónditos...
¿Te fugas conmigo?